La Universidad Católica de América es única entre las universidades de los Estados Unidos — incluso entre las universidades católicas. Y no es sólo porque estamos ubicados en el corazón de la capital nacional, Washington, D.C.— una ciudad de importancia mundial y un lugar de oportunidades educativas extraordinarias.
Fuimos fundada por los obispos católicos de los Estados Unidos, bajo una bula del Papa León XIII, para ser la universidad nacional de la Iglesia Católica en América. Durante más de 130 años, hemos vivido nuestra misión de descubrir e impartir la verdad a través de la excelencia en la enseñanza y la investigación. Los científicos, ingenieros, enfermeros, filósofos, teólogos, historiadores, arquitectos, trabajadores sociales, músicos, artistas y académicos de la Universidad Católica adoptan la razón y la fe al aplicar los recursos inagotables de la tradición intelectual católica para ayudar a resolver los problemas de la vida contemporánea y enriquecer la cultura que nos rodea.
Lée más sobre cómo el Plan Estratégico de la Universidad Católica describe las metas y objetivos específicos con los que nos hemos comprometido para construir sobre nuestra tradición de excelencia y trazar nuestro rumbo para el futuro.